Las viviendas carecen de sistema de drenaje y de tratamiento de aguas residuales.
La creación de cuatro nuevos asentamientos irregulares en el noroeste de Chetumal, está poniendo en peligro el delicado equilibrio de la sabana, debido a la falta de un sistema de drenaje y de tratamiento de aguas residuales producidas por los más de dos mil 500 nuevos habitantes, lo que va a agravar el problema de la invasión de la lechuguilla.
De acuerdo con Julián Montero Gutiérrez, integrante de la organización de Mártires Antorchistas, así como Leticia González, del Ejido de Calderitas, se ha detectado a varios grupos que en los últimos meses han talado 300 hectáreas de árboles para construir viviendas de cartón y madera en el área.
Estas nuevas colonias ni siquiera tienen nombre, pero ya son habitadas por personas que pagaron entre 15 mil a 30 mil pesos por terrenos con dimensiones de cinco metros por 20.
“El problema es que como son invasiones irregulares, carecen de todo tipo de servicio, desde agua potable, recolección de basura, drenaje, etc. Por eso tiran su basura, lavan su ropa y vierten sus aguas negras en la sabana. Están contaminándola y las autoridades no están haciendo nada para detenerlo”, citó Luis Carrillo Franyutti, biólogo que forma parte de un equipo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, dedicado a monitorear la calidad de los cuerpos de agua en Quintana Roo.
El experto explicó que hace una década, cuando tomaron la primera muestra en el cuerpo de agua y el área tenía apenas tres mil 500 habitantes, registraron 120 enterococos por cada 100 mililitros de agua, lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera “apta para uso humano”. Este año, con casi el triple de población en estos asentamientos irregulares, la muestra presentó mil 530 enterococos por cada 100 mililitros, un perfecto caldo de cultivo para la proliferación de la especie invasora de la lechuguilla.
“Tienes que imaginar a la sabana como una gran tina larga, dividida a la mitad por un puente. Hasta hace un año la parte norte es la que presentaba los asentamientos irregulares, y es precisamente esta zona la que se encuentra invadida por la lechuguilla, un tipo de planta que es considerada una plaga, pues reduce la cantidad de oxígeno y luz en el agua, vitales para peces y otro tipo de flora acuática”, declaró.
Cita que el puente era lo que impedía que la lechuguilla invadiera el lado sur. Sin embargo, con la llegada de nuevos asentamientos a esa región, es solo cuestión de tiempo para que también surja en esa área, debido a que proliferan con los desechos arrojados por los habitantes invasores.
Estima que esto podría provocar la pérdida de más de 20 especies, desde lagartos, aves, peces, algas, etc., que dependen de este ecosistema. Incluso pescadores locales han confirmado que cada vez les es más difícil atrapar tilapias y mojarras, por culpa de la lechuguilla
Miguel Nadal Novelo, titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), refirió que requieren de 10 millones de pesos para rentar las barcazas necesarias para deshacerse de esa plaga, pero sería un desperdicio de recursos si primero no se resuelven los problemas que generan los asentamientos irregulares de esa zona.