La importancia de la ingeniería civil en la conservación de las aguas subterráneas | iAgua

2022-08-12 22:40:57 By : Ms. Nicole Zhang

¿Sabías que casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea? Las aguas subterráneas ocupan, a nivel mundial, el segundo puesto como reserva de agua dulce del planeta por detrás de los casquetes polares y muy por delante de los lagos y embalses. Con diferentes funciones como fuentes de agua para el consumo, agricultura, ganadería y actividades industriales, son numerosos los países que utilizan el agua subterránea como su principal fuente de agua dulce.

Sin embargo, en el contexto actual de cambio climático y escasez hídrica que atravesamos, las aguas subterráneas se enfrentan a una serie de problemas que tienen que ver con los niveles de los acuíferos y la calidad de sus aguas, además de las consiguientes repercusiones negativas derivadas tanto para la salud humana y el medioambiente.

¿Sabías que casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea?

Es por ello que el Día Mundial del Agua 2022 pone su foco en esta ocasión de atención en las aguas subterráneas, con el fin de concienciar sobre su importancia para el buen funcionamiento de los ecosistemas, así como alertar del grave problema de sobreexplotación al que se enfrentan y que no solo puede derivar en el agotamiento de los recursos hídricos, sino también en el encarecimiento de su tratamiento y regeneración y hasta la paralización de su uso. Y, es que, nunca ha sido tan importante gestionar estas aguas como lo es ahora.

El Día Mundial del Agua 2022 pone su foco en esta ocasión de atención en las aguas subterráneas

Así, teniendo en cuenta la relevancia que el agua subterránea tiene en el desarrollo de las actividades sociales y económicas, es importante reivindicar el estudio, la protección y la utilización de estas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento. La correcta gestión de las aguas no solo es uno de los principios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), sino que debe estar entre los puntos más importantes de cualquier agenda política.

En España, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la mayor parte de la población se beneficia, de forma directa o indirecta, de los diferentes usos del agua subterránea. En este sentido, es necesario enfocar los esfuerzos no solo en la conservación de los recursos hídricos, evitando tanto su sobreexplotación como su contaminación, sino también en el mantenimiento de las infraestructuras hídricas que se ocupan de captar, conducir, regular y proteger las aguas a las que luego les daremos un uso, teniendo en cuenta, además, su obsolescencia.

De todo ello se ocupa, en general, la ingeniería civil, donde el agua ha sido un campo de actuación clásico dentro de su ámbito a través de la ingeniería hidráulica, una ciencia fundamental para el planeamiento, diseño y operación de los proyectos hidráulicos y cuya labor de sus profesionales contribuye al buen desarrollo de la gestión del agua. Sin ella no sería posible la existencia de las redes y las instalaciones de captación, almacenamiento y potabilización de agua, la construcción y la explotación de instalaciones de agua potable, aguas pluviales y aguas residuales, o la ejecución de obras relacionadas con el alcantarillado. Y, es que, la correcta gestión de las aguas es uno de los principios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), dentro del cual cobra especial relevancia el papel de los ingenieros civiles a la hora de eliminar procedimientos que malgasten tanto el agua en un primer uso como en su depuración y reutilización.

Así, dentro esa necesidad de reivindicar el estudio de las aguas subterráneas antes mencionada que promueve el Día Mundial del Agua de este año, la especialización en el actual mercado laboral obliga a los profesionales de la ingeniería a formarse en áreas complementarias a los estudios reglados con el fin de responder a las necesidades derivadas del rápido crecimiento de las ciudades.

El ODS 6 Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todas las personas que forma parte de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, da una idea de la importancia de esta rama de la ingeniería civil tanto en el presente como en el futuro. Según el Informe de Naciones Unidas “Agua y empleo”, se calcula que tres de cada cuatro empleos en el mundo dependen en mayor o menor medida del agua y que la escasez de agua potable y los problemas de acceso a ella y al saneamiento pueden, por lo tanto, limitar el crecimiento económico y la creación de empleo en los próximos decenios.

Se calcula que tres de cada cuatro empleos en el mundo dependen en mayor o menor medida del agua

De aquí no solo se extrae que el agua y el empleo están inextricablemente unidos a varios niveles desde las perspectivas económica, ambiental y social, sino que, teniendo en cuenta además la competencia por los recursos de agua dulce cada vez mayor y el impacto del cambio climático sobre esta, para que se haga realidad la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible es preciso reconocer el papel del agua en la esfera laboral y redirigir los esfuerzos en Crear condiciones para mejorar la productividad del agua y favorecer la transición hacia economías verdes, así como formar trabajadores cualificados para responder a la demanda creciente de mano de obra en los sectores del agua.

Así, cada vez más en el mundo laboral requiere de una perspectiva amplia y práctica de las actuaciones relacionadas con el agua urbana, sistemas de abastecimiento de agua potable, depuración de aguas residuales o hidrología urbana e ingeniería del ciclo urbano del agua. De hecho, la demanda de formación en materia de agua no ha parado de crecer en los últimos años a la par que la preparación de profesionales en este sector ha cobrado una especial importancia, lo que pone de manifiesto la urgencia por atajar y afrontar los retos actuales a los que se enfrenta el sector.

Respondiendo a esta demanda formativa y a la necesidad de contar con personal cualificado en este ámbito, SEAS, Estudios Superiores Abiertos, estableció en 2012 una alianza con el Colegio de Ingenieros Caminos Canales y Puertos, demarcación Aragón, para poner en marcha algunas de las áreas formativas que más demanda tienen en el sector del agua. Por ejemplo, el Experto Universitario de Ingeniería del Ciclo Urbana del Agua ofrece una completa perspectiva del diseño en proyecto, la construcción y la explotación de las instalaciones y equipos de tratamiento de las aguas potables, alcantarillado y residuales, así como su gestión de la desde el punto de vista de las diferentes administraciones.

La entidad también con otros cursos, como el Sistemas de Abastecimiento de Agua Potable que profundiza, de forma práctica y desde la experiencia, en todos los aspectos relacionados con el abastecimiento y distribución del agua urbana; el Curso de Depuración de Aguas Residuales, con el que se tendrá una amplia visión del diseño en proyecto, la construcción y la explotación de las estaciones depuradoras de aguas residuales; el Curso de Hidrología Urbana y Redes de Alcantarillado en el que se abordan todos los aspectos relacionados con el drenaje urbano y las redes de alcantarillado; o el Curso de Dirección y Gestión de Empresas de Aguas, cuyo objetivo fundamental del mismo es exponer los principios básicos y los conceptos que todo profesional que quiera realizar bien su trabajo en este campo necesita.

La formación en el sector del agua de SEAS, clave para asegurar un futuro sostenible

Diseñada como una formación práctica impartida por profesionales del sector, la especialización dentro de la ingeniería civil que ofrece SEAS permite a los alumnos y egresados desarrollar una carrera profesional dentro de administraciones municipales, empresas consultoras de ingeniería y constructoras, empresas gestoras de servicios de aguas o concesiones, con un grado de empleabilidad muy superior a la media en otras áreas de conocimiento y perfectamente preparados para afrontar los retos a los que se enfrenta -y se enfrentará- el ciclo global del agua.